Petra, la ciudad de piedra
Por Joaquín Reyes Posada
Ciudad alucinante, ubicada en el país asiático de Jordania, a la vista es como si se tratara del trabajo de un escultor, literalmente una obra de arte esculpida en la piedra.
Petra es uno de los destinos más interesantes del mundo antiguo. Desde diciembre de 1985 quedó en el registro del Patrimonio Mundial de la Unesco. Y en 2007, considerada una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno, hecho que honra a la ciudad y a Jordania. Llamada Ciudad perdida en el Valle de la Aravá, su antiguedad se remonta al siglo IV a.C. Redescubierta por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt en 1812, quien luego de muchos años de investigar la sociedad arabe, estudiar su idioma y costumbres, entender el islam y viajar por sus regiones rumbo a Egipto, oyó una conversación entre beduinos y supo que existía una ciudad escondida entre las montañas.
Qué ver en Petra
Al llegar a Petra se observan excavaciones arqueológicas y construcciones esculpidas en las rocas. El mayor placer es caminar y caminar para reconocer todo lo que ofrece. A pie se observa todo mejor. Un sitio al que es importante ir es a las tumbas de los reyes, las cuales reflejan la historia del antiguo pueblo nabateo cuando se produjo la conquista de Roma, imperio que impuso una nueva forma de vida política, económica y social.
Son famosos los restos hemispeos y los importantes vestigios de edificios y monasterios que dan cuenta de la vida espiritual de ese pueblo. Capital del otrora reino nabateo, su arquitectura, el atractivo de ser un importante destino arqueológico y de haber sido construida en un lugar exótico, le ha permitido lograr un modelo de turismo cultural e histórico de enorme valor.
El Monasterio o Ed Deir en lengua árabe, es uno de los más grandes e importantes de Petra. Su acceso no es fácil, pero vale la pena el esfuerzo del viajero para que pueda conocer su majestuosidad. Son 800 escalones que terminan en la tumba de Obodas, rey de los nabateos. La fachada tallada en la roca impacta por su laborioso trabajo. Ese lugar es un gran mirador y allí se disfruta del paisaje y de las montañas que enmarcan la ciudad.
El prestigio adquirido descansa en su zona arqueológica. Los turistas admiran su belleza y aprovechan para registrarla en cámaras fotográficas o de video, como un recuerdo invaluable de su inolvidable viaje
Quizá uno de los edificios más destacado es El Khazneh conocido como El Tesoro, obra que impresiona por su imponencia y sentido artístico en su diseño arquitectónico. Es símbolo de la grandeza de la cultura que le dio origen. Es un antiguo panteón muy visitado por los turistas en su recorrido por el Oriente Medio.
Otros atractivos para los viajeros son la tumba de Aarón, hermano de Moisés. Lo que les interesa es lo extraño y poco habitual del lugar, varias familias de habitantes nómadas y beduinos viven allí entre las cuevas y entornos escarpados, con sus valores culturales y su medio ambiente.
Para calmar la sed del desierto y refrescarse, los viajeros se detienen en los pequeños puestos de comidas. Una bebida fria, un té o agua, son un aliento para seguir caminando por dos o más horas y para recuperar la energía que les permitirá descubrir más tesoros escondidos de ese destino maravilloso y exótico del mundo actual.